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Una herencia compartida
La región de Friburgo tiene un patrimonio muy rico y sus habitantes disfrutan compartiéndolo con orgullo. Las pintorescas ciudades medievales de Friburgo, Gruyères, Romont, Murten y Estavayer-le-Lac están llenas de vida. Su oferta turística variada, fortificaciones, iglesias y monasterios, muchos de los cuales se encuentran en el Camino de Santiago, atrae a un gran número de visitantes, al igual que los castillos y las mansiones. Impresionan la catedral de San Nicolás de Friburgo y el notable arte gótico de sus calles con más de doscientos fachadas del siglo XV. Los catorce puentes y las once fuentes históricas merecen por sí mismos una visita. La Gruyère se caracteriza igualmente por un fuerte potencial cultural. Su vida cotidiana, jalonada de tradiciones vivas, constituye un patrimonio de ayer y de hoy que el Musée gruérien de Bulle pone de relieve en sus exposiciones. Esta herencia rural no impide en absoluto que la región se abra a una cultura contemporánea e insólita.
The region of Fribourg has a rich cultural heritage, and the inhabitants take care of it with love and pride. The narrow lanes of the medieval towns of Fribourg, Gruyères, Romont, Murten and Estavayer-le-Lac are picturesque, yet full of life. Fortifications, churches and monasteries – many of them on the Way of St. James – castles and manor houses attract visitors with fascinating cultural activities. The capital, Fribourg, enchants visitors with its magnificent Gothic architecture, first and foremost St. Nicholas Cathedral, as well as entire streets – over 200 in total – of 15th century Gothic façades. Then there are the 14 bridges and 11 historic fountains, which alone are worth a visit. La Gruyère is also a cultural region: its everyday farming and festival culture are traditions, many of which are still practised today. They are presented in the Musée gruérien in Bulle. All of this and a profound openness give rise to contemporary and unusual customs, as well as a great deal of culture.